HOY
• A las 20, en el Museo Timoteo Navarro (9 de Julio 44). Entrada libre y gratuita

El año que termina ha registrado manifestaciones de todo tipo. Entre ellas, por primera vez en junio, y luego en noviembre, tuvieron lugar las movilizaciones “Ni una menos”, que organizó un grupo de periodistas, y permitieron visibilizar la problemática.

La consigna es luchar para que no haya más mujeres que mueran a causa de un feminicidio, delito que en Argentina se cobra una víctima cada 31 horas.

En Tucumán la Casa de las Mujeres Norma Nassif es un espacio donde se debate, se reflexiona y se generan proyectos sobre las diferentes problemáticas que afectan a las mujeres, sobre todo el acuciante tema de la violencia de género.

La propuesta

Maximiliano Zelaya Cardozo en violín, Juan Manuel Vallejo en viola y Carla Aguilera en cello armaron un trío de cuerdas de cámara, y decidieron ofrecer su música en homenaje a las mujeres víctimas de la violencia.

“Nos gratificó la propuesta de los músicos, sobre todo porque ellos nos buscaron, y qué mejor homenaje que la música”, revela Vicky Disatnik, directora de la Casa de las Mujeres.

La música de cámara es la que se compone para conjuntos de instrumentistas o vocales de pocos integrantes, y no es habitual escucharla en Tucumán porque es uno de los espacios culturales donde no aparece el apoyo del Estado. Por ello es música que se toca casi siempre por amor al arte.

Beethoven y Dohnányi

Trío de Cuerdas instalará esta noche la música de cámara en la sala del Museo Timoteo Navarro, con dos obras: de Ludwig van Beethoven, la Serenata en re Mayor opus 8, y del compositor húngaro Ernest von Dohnányi, la Serenata en do Mayor opus 10.

“Es la primera vez que nos juntamos como trío, con la idea de cambiar la formación”, informa Aguilera.

Vallejo, el violista, explica: “proponemos música de cámara con un doble mensaje: que llegue a la comunidad de otra manera y que dé sonido a voces que no son escuchadas. Para nosotros no es difícil ser escuchados (somos músicos)”.

“Nada mejor que la música para despertar este tipo de sensaciones”, apunta el violinista Zelaya. Si bien el concierto es con entrada libre y gratuita, abierto a todo público, para concientizar a toda la sociedad sobre el flagelo que afecta a miles de mujeres, la idea es invitar al homenaje a familiares de las víctimas.

“Es alentar a las víctimas a que pidan ayuda, a que se puede salir solo con ayuda, por ejemplo, de la Casa de la Mujer”, agrega Aguilera, y resalta el aporte de sus colegas varones a la causa.

Como resume la cellista: “La música cura el alma. Por qué no dedicarla a las que sufrieron, a las que sufren, a las que la pasaron mal y a las que pudieron salir de la violencia”.